Hay muchos motivos por los cuales acometemos una reforma en nuestra vivienda o en cualquier propiedad inmobiliaria que tenemos a nuestro nombre. El primero de ellos puede ser el simple paso del tiempo. De hecho, es obligatorio que acometamos una reforma si existe un riesgo evidente o si ha pasado una cantidad determinada de años desde la construcción del edificio. También puede ser que queramos una reforma por simple capricho o, como os vamos a describir a continuación, por el hecho de que las inclemencias del tiempo nos vayan a obligar a ello.
Hablemos de esas inclemencias del tiempo. Hace algunas semanas, una DANA llegó hasta nuestro país afectando a numerosos pueblos y ciudades, especialmente aquellos situados en el centro de la Península. La Comunidad de Madrid y la provincia de Toledo sufrieron las consecuencias, con un montón de inundaciones y cuantiosos daños materiales. Las imágenes fueron impactantes y las reparaciones en muchos casos van a ser millonarias. Esto va a obligar a muchos de los vecinos y vecinas de la zona a acometer cambios en sus viviendas, especialmente en los tejados, que suelen ser las zonas más afectadas de las viviendas cuando llega un temporal.
Los destrozos causados por la DANA en el mes de septiembre de este año han sido demasiado graves en parte de la Comunidad de Madrid y la provincia de Toledo. Esta ha sido la gota que ha colmado el vaso para muchas familias, que han decidido realizar por fin una reparación en sus tejados y cubiertas con el fin de permanecer más seguros y protegidos en próximas ocasiones. En Cubiertas Estévez recuerdan esos días con mucho trabajo, puesto que la demanda de reparaciones y la incorporación de nuevos tejados y cubiertas ha sido primordial para la gente de la zona con vistas ya al invierno que se acerca.
El temporal que hemos padecido este año en el centro peninsular ha sido terrible y buena prueba de ello son las noticias que se han sucedido al respecto. Nos hemos quedado con una de Europa Press y que hacía balance de los daños: cuatro fallecidos, tres desaparecidos, cientos de desaparecidos y cuantiosos daños materiales. Se trata de un balance bastante desolador y que nos obliga a tomar las máximas medidas de prevención y precaución, entre las cuales se puede encontrar el hecho de disponer de unos tejados y cubiertas que cumplan a la perfección con las medidas de seguridad recomendadas.
La situación que se experimentó en el centro del país recordó en buena medida a la que tuvimos que vivir cuando, a principios de 2021, nos atacó la borrasca Filomena, de la que todos y todas nos acordamos muy bien. Fue tan potente esta borrasca que, tal y como apunta la noticia de El Faro de Vigo que os vamos a enlazar a continuación, se detectaron problemas y daños en el patrimonio monumental de una ciudad como Toledo. Sin duda, estamos hablando de una de las situaciones más excepcionales de los últimos años y que deparó el corte de múltiples carreteras, el cierre de negocios y la pérdida de mucho dinero por parte de las administraciones.
Hay que acostumbrarse a este tipo de temporales
Es mejor que nos vayamos acostumbrando a situaciones como de las que hemos hablado a lo largo de estos párrafos porque vienen siendo habituales en los últimos años. En los últimos cinco o seis años, a principios de septiembre nos han llegado tres tormentas como las de este año. Y durante los próximos años serán más. Es una de las cuestiones que se están asociando al cambio climático y que demuestran que, en efecto, este puede llegar a suponer un problema de primera magnitud.
La mejor manera de acostumbrarse a esta situación pasa por hacer de nuestro hogar un lugar lo más seguro posible. Y no cabe la menor duda de quién todo lo que tenga que ver con la cubierta o el tejado va a jugar un importante papel en ese cometido. Ojalá que toda la población española dé un paso adelante en este sentido en sus hogares. Aunque muchos de ellos sí que están preparados para asuntos como de los que estamos hablando, otros tienen demasiada antigüedad y necesitan un cambio en este sentido.
La seguridad de las personas siempre debe ser prioritaria y la mejor manera de conseguirla es asegurar en primera instancia la seguridad de los edificios en los que viven o trabajan esas personas. Todo el mundo lo debe tener claro a estas alturas y creemos que es así. Situaciones como las que hemos vivido en las últimas semanas lo ponen de manifiesto de un modo más que evidente. Por tanto, no podemos demorarnos ni relajarnos en lo que tiene que ver con una mejor seguridad y refuerzo de nuestras viviendas. Ese debe ser el camino a seguir.