Pintar un balcón o cierre de metal de manera autodidacta. Consejos y herramientas

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Los balcones o cierres de metal, normalmente, se sitúan en fachadas, jardines, patios, terrazas o accesos a viviendas. Constituyen  una parte de la casa que puede pasar desapercibida por considerarse exterior y, por lo tanto, entenderse como una zona ajena a la propiedad. Sin embargo, sí que lo es y, su cuidado, al igual que el de las habitaciones del interior, también depende de nosotros. No cabe duda de que, un balcón o cierre bien conservado aporta muchísima belleza al aspecto externo del edificio,  a la estética general del inmueble e incluso a la percepción de la calle en la que se encuentra. No obstante, en la mayoría de ocasiones, estos elementos formados por barrotes de metal, por estar al aire libre, se encuentran muy expuestos a los fenómenos meteorológicos y elementos naturales adversos como, la lluvia, la humedad, el viento o el sol,  lo que puede deteriorar la pintura, oxidar el hierro, provocar corrosión, desgaste, etc. Por este motivo, se recomienda, como medida de mantenimiento, pintar estas partes de la vivienda de vez en cuando, dependiendo del estado en que se encuentren.

Aunque lo más sencillo, rápido y eficaz, es siempre contratar a un profesional en la materia para que lo haga de la mejor manera posible, también puede ser muy factible ejecutarlo de forma autodidacta, con tus propias manos. De esta manera, podrás ahorrarte los gastos y la gestión de personal externo, además de pasar un buen rato haciendo algo manual. ¿Te gustaría intentarlo? En este post te damos algunos consejos y herramientas para hacerlo de la mejor manera posible. ¡Quédate a leer!

Lo primero que se requiere es tener muy claros todos los pasos a seguir. Debes informarte bien y hacerte con los materiales que necesitas para que no te falte de nada en el momento decisivo. Para empezar, no puedes lanzarte a pintar inmediatamente, ya que, normalmente, las superficies de metal requieren pasar por un cuidadoso proceso de preparación que implica limpiar muy bien la zona, lijar las zonas oxidadas o retirar la pintura vieja que se encuentre con imperfecciones para que no se note en la nueva. Así, necesitarás objetos básicos como papel de lija, o lijas eléctricas, limpiadores de metal o espátulas. Este paso puede resultar un tanto cansado, ya que vas a tener que hacer un gran esfuerzo físico hasta lograr el mejor resultado posible, pero es determinante en el acabado final. Esfuérzate un poco hasta encontrar la mayor suavidad. 

Una vez completado el primer paso, lo siguiente es aplicar una capa de «imprimación» que, tal y como define el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, consiste en «preparar con los ingredientes necesarios las cosas que se han de pintar o teñir»; y, en este caso, se refiere a la acción de pasar la primera capa o fondo de la pintura definitiva, que suele ser una substancia especializada para la superficie que ayuda a mejorar la adherencia de la siguiente capa, así como a proteger el material, bloquear las manchas, o uniformar el color. Necesitarás elegir una buena imprimación, teniendo en cuenta el material sobre el que estás pintando, en este caso, el metal; y no podrás elegir una pintura hecha para piedra o madera. Si no sabes dónde mirar, los especialistas de Decolor.com tienen un amplio catálogo de pinturas para metal de gran calidad que puede ayudarte a decidirte.

Si ya tienes los materiales, es el momento de preparar la zona antes de pintar. Te recomendamos que reutilices papel de periódico o cartones viejos para colocar en el suelo y  evitar que las baldosas se manchen. Asimismo, cubre las zonas que no quieras pintar con cinta para lograr unos resultados más profesionales en las juntas y esquinas. 

Ahora sí, realiza la imprimación y déjala secar. Una vez hecho, es hora de aplicar la segunda capa de pintura. Recuerda estar bien servido de brochas, rodillos o pinceles, así como de bandejas de pintura, trapos, guantes o gafas de seguridad. Si crees que es necesario, aplica una tercera capa de pintura y déjala secar el tiempo suficiente. Una vez terminado este proceso, retira las zonas que habías cubierto con cinta de pintor, así como los periódicos o cartones empleados, y tíralos inmediatamente a la basura. Acuérdate de limpiar muy bien los materiales empleados para que no manchen la casa y se puedan volver a usar. 

Estos han sido algunos consejos para pintar un balcón o cierre de metal de manera autodidacta. Te recomendamos completar esta información con la visualización de algún video tutorial en internet sobre la materia, ya que, de esa forma, podrás entender con imágenes los pasos a seguir.

¿Ya sabes de qué color vas a pintar? ¡Mucha suerte con el resultado!

 

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