Salud bucodental de los más peques

Al acercamos al Consejo de Dentistas, organización colegial de profesionales de la odontología, hemos encontrado la mejor información respeto a todo tipo de temas relacionados con el sector. Asesoramiento sobre los tratamientos, información sobre patologías y novedades, avaladas por los profesionales más reputados de este campo de la medicina.

En esta ocasión, hemos considerado, escribir un artículo con toda la información necesaria para que los más pequeños de la casa, tengan una buena salud bucodental. Evidentemente, los pequeños reyes del hogar, no son conscientes ni responsables de llevar a cabo una correcta y adecuada higiene oral, esa función y la de enseñar como deben cuidar sus dientes, corre a cargo de los papas y las mamas. A ellos dirigimos esta información, para que sepan en que momento hay que empezar a enseñarles, cuales son los problemas bucodentales que pueden presentar o las causas y factores de riesgo.

La información es poder y en este aspecto, podemos aportar nuestro granito de arena como mensajeros. Empezaremos por lo más básico: las etapas de los pequeños.

Recién nacidos y bebés, tienen que llevar a cabo una buena higiene bucal. En esta primera etapa de la vida, son los padres quienes tienen que tener en cuenta los siguientes aspectos:

  • No dar el biberón en la cama.
  • Saber que leche, zumos y formulas artificiales contienen azúcar y producen caries.
  • Mantener las encías limpias y sanas, masajeando con una gasa húmeda.
  • No propagar bacterias, compartiendo cubiertos o vasos con el bebé.
  • Empezar a cepillar los dientes con pasta fluorada, rozando las cerdas en la pasta.
  • Pedir cita al dentista, en este caso, odontopediatra, para una primera toma de contacto y revisión.

Durante la etapa preescolar, recordar que, el cepillado es importante. El uso de la pasta fluorada es recomendable, utilizando una cantidad del tamaño de un guisante. Visitar al dentista de forma regular, al menos una vez al año. Se aconseja que el biberón se deje entre los doce y dieciséis meses, así como el chupete. Este último no debe utilizarse mas allá de los tres años.

No hay que darles bebidas azucaradas en el biberón, puesto que favorece la aparición de caries. Por el contrario, es muy importante darle agua, a ser posible fluorada.

Es la etapa ideal para empezar a inculcar buenos hábitos como un cepillado dos veces al día, dos minutos cada vez.

A partir de que se inicie la etapa escolar, se aconseja acudir al dentista antes de que empiecen las clases. Por otro lado, que lleve comida saludable al colegio, fruta, un bocadillo de queso o jamón, en lugar de bollería. Nada de zumos envasados y refrescos.

En el caso de que practique deportes de contacto, proteger sus dientes con un protector bucal.

Entre los seis y doce años, aparecerá el Ratoncito Pérez, los dientes y muelas de leche irán cayendo, para dar paso a la dentición definitiva. Son frecuentes, los traumatismos por lo que conviene, en tal situación, actuar con rapidez y acudir al dentista.

Con esta serie de consejos, proporcionados por los odontopediatras, sentarás la base de una buena salud bucodental y crearás un hábito de higiene bucal.

Visitas al odontopediatra

Sabemos que la odontopediatría es la rama de la odontología que se ocupa de atender y tratar, las distintas enfermedades bucodentales que se dan desde la infancia temprana hasta que finaliza el crecimiento. Estos profesionales, exploran la cavidad oral del menor para detectar posibles anomalías en la dentición temporal y aplicar, si es necesario un procedimiento y tratamiento individualizado.

La finalidad de esta rama de la odontología, es evitar que los niños padezcan problemas de mayor gravedad al llegar a la edad adulta. Durante la infancia, son los padres o tutores con la ayuda del odontopediatra, los responsables de transmitir a los pequeños esos hábitos de higiene para asegurar un estado bucodental saludable.

Se recomienda que la primera revisión dental se realice una vez haya cumplido el primer año de vida. En esta primera consulta, el dentista revisará el crecimiento del maxilar y la mandíbula, la correcta erupción de los dientes y descartará patologías como la caries.

Al mismo tiempo, se informará a los padres sobre como pueden hacer que sus hijos adquieran hábitos de higiene saludables, resolverán las dudas al respecto y recomendarán las pautas a seguir. Igualmente, determinarán las prácticas que pueden ser perjudiciales para el correcto desarrollo bucodental.

La primera etapa, comprendida entre los cero y tres años, se considera preventiva. Si no existe ningún problema, re recomienda una visita al año. A partir de los cinco, cuando empiezan a cambiar la dentición, se aconsejan revisiones semestrales.

Consideraciones sobre la salud dental infantil

De forma generalizada, los dientes se van formando a partir de la quinta semana de gestación. Es a partir del sexto mes de vida cuando empieza a formarse la primera dentición (los dientes de leche) que, se completa, normalmente, en torno a los dos años y medio.

Cuando el diente esta listo para erupcionar, la encía se inflama, ocasionando algunas molestias como irritabilidad, febrícula, aumento de salivación, rechazo de alimentos, diarrea o dermatitis del pañal.

Aquellos bebés que muestran síntomas de dolor, pueden calmar el mismo con el uso de mordedores o frotando las encías con un dedo limpio o una cucharilla fría.

Llegado el momento en el que aparecen estos primeros dientes, se deben limpiar con ayuda de una gasa. Cuando toque el turno de los molares, será el momento en el que el pequeño podrá empezar a utilizar el cepillo de dientes correspondiente a su edad.

La técnica del cepillado conlleva una cierta habilidad, por lo que los padres serán los responsables de ayudar al pequeño a cepillarse los dientes de forma adecuada. A partir de los cinco años, pueden hacerlo completamente solos, pero siempre, bajo la supervisión de un adulto.

Se aconseja cepillar los dientes después de cada comida y siempre, antes de acostarse. La pasta de dientes debe contener flúor y hasta los tres años, solo deben rasparse las cerdas en la pasta. Entre los tres y seis años, la cantidad de pasta de dientes a utilizar debe ser pequeña, tamaño guisante y, a partir de los seis, puede pasarse al tamaño de un garbanzo.

Según los profesionales de la odontopediatría y la odontología en general, aunque existen pastas de dientes de uso exclusivo para el público infantil, la evidencia científica demuestra que su utilidad es muy limitada, por lo que se recomienda utilizar una pasta normal, a cualquier edad. Solamente hay que variar la cantidad a utilizar.

Respecto a la succión del dedo pulgar y la utilización de chupete, existen datos que, aseguran que el chupete, reduce la incidencia de la muerte súbita del lactante y constituye una fuente de analgésicos en los procesos dolorosos que experimentan los bebes. Aun así, su uso, puede generar maloclusión cuando se prolonga mas de los tres años.

En lo que se refiere a la dentición, el uso del chupete, se asocia al desarrollo de la mordida cruzada superior y el aumento del resalte. Este problema en concreto, se resuelve una vez se abandona el uso del chupete. Los problemas asociados a la succión del pulgar, pueden resultar mas graves en el caso de no interrumpirse a tiempo: cambio en la orientación de las arcadas, mordida abierta, deformación del paladar, insuficiencia en el desarrollo maxilar y alteraciones del lenguaje.

Afortunadamente, los más pequeños, no suelen padecer grandes problemas bucodentales. No obstante, los sufren. Los más habituales son las caries dentales y los traumatismos.

La primera, es la enfermedad crónica mas frecuente en la infancia y esta causada, como bien sabemos, por un elevado consumo de azucares. Las repercusiones para el pequeño, conllevan dolor intenso, infecciones faciales y visitas de urgencia. Los motivos que la provocan suelen relacionarse con una falta de higiene oral, la lactancia materna o el biberón y la ingesta frecuente de carbohidratos.

En cuanto a los traumatismos dentales, se deben a los golpes y accidentes, habituales y comunes en la edad infantil y juvenil. Esta es una de las visitas al dentista que puede resultar más desagradable para el pequeño y sus padres. Existen diferentes tipos de lesiones traumáticas que implican a los dientes, algunas de las cuales, pueden afectar a la formación de la dentición permanente. En caso de traumatismo, lo recomendable, es acudir de inmediato al dentista.

Los tratamientos odontopediátricos más habituales, son similares a los que se realizan a los adultos. Selladores de surcos y fisuras, para proteger de la caries, rellenando las fisuras como tratamiento preventivo. Pulpectomía, similar a la endodoncia pero practicada en un diente de leche. Obturaciones o empastes, para tratar la caries. Aplicación de flúor para fortalecer el esmalte y prevenir la caries. Ortodoncia para corregir alteraciones o anomalías en el desarrollo.

Este tipo de tratamientos, suelen requerir de aplicación de anestesias o sedación, con la finalidad de que el paciente, no sienta el dolor y el profesional, tenga más facilidad a la hora de llevar a cabo el procedimiento. Se minimiza el estrés y la incomodidad.

Son muchas las técnicas y los avances de esta rama de la odontología que, parte de la prevención, como tratamiento de elección.

 

 

 

 

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